Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Manoseo en el caso de los independientes a las alcaldías. Se da una mescolanza de partidos que no tiene principio ni fin. Enarbolan intereses personales y de grupo mas no los de sus respectivas comunidades.
Da la impresión que algunas candidaturas son apoyadas desde los principales partidos, PAN y PRI, y hasta de la misma secretaría General de Gobierno.
Son 26, cinco damitas y 21 caballeros. Se la juegan por 16 municipios. Como siempre (igual que en el 2015-16), los que más “libres” acumulan son Nuevo Laredo y Matamoros, con cuatro y tres respectivamente.
La verdad, no hay a quién irle. De todos, el único que tiene altas posibilidades de ganar es de Burgos, Gonzalo Treviño Zúñiga (el municipio entero es una cena de negros)
Pero tampoco la juega con sinceridad. Viene del PAN, fue el orquestador del triunfo de Alejandro Moya Garza, pero se pelearon seguramente por un mal reparto.
En abril del presente año, el hoy independiente renunció al partido azul; coqueteó con Morena y al final se fue por la libre.
Hay intereses oscuros. No hablan con sinceridad. Espantan al electorado. Por ejemplo ¿Qué tiene que hacer como independiente Doña Lucero Zaleta Pérez por Altamira?. Ella es priísta, secretaria y dirigente del CDM, regidora por las siglas.
En 2016 estaba decidida a ser candidata, si no a diputada local por lo menos a la alcaldía. El entonces Gobernador Egidio Torre Cantú la mandó por un tubo. Se emberrinchó y ahora abandona las filas del blanco, verde y rojo.
No suena bien cuando va como independiente por Matamoros un tipo llamado René Martín Cantú Cárdenas, ex diputado plurinominal por el PAN en la legislatura 1984-86.
Huele mal la intención de Juan Martín Reyna García de ser alcalde de la misma HH cuando no se sabe si sigue siendo panista o se inscribió en el PRI. Llegó a diputado local por los azules y, a mediados de la campaña de “Bacha” Hinojosa Ochoa para Gobernador, se fue con él al PRI.
Está muy claro que Jesús Olvera Méndez, ex diputado y ex de la Sección 1 del STPRM es priísta, que no tiene ideología ni principios políticos, menos escrúpulos, que solo busca poder y dinero de llegar a la presidencia de Madero.
Ya en el 2016 se inscribió para buscarla pero no reunió -no quiso meterle lana- las firmas necesarias.
El tema despide malos olores.
Apenas en la campaña por la gubernatura del 2016, Héctor Michel Salinas Gómez fue designado coordinador de Hinojosa Ochoa en los municipios de Mainero, Güémez, Jiménez y Padilla, y ahora quiere la presidencia de este último.
No es moral que quieran engañar a la ciudadanía, como lo pretende el noalaredense Víctor Vergara Martínez, miembro de un cabildo panista. En el 2016 ya jugó por la misma y no reunió las 8,609 firmas requeridas ¿Ahora sí?.
Igual con el físico matemático (IPN) Lenin Vladimir Coronado Posadas, que ya le anda por la presidencia de Tula pero trabaja en el sector salud de Ciudad Victoria después de haber vivido en Baja California Sur.
Sospechoso que una empleada de Ipsset, Velia Elizabeth Torres Bermúdez, también de filiación panista, esté inscrita para buscar la jefatura de Reynosa. Antes laboró para Pemex y empresas privadas ¿De dónde le nace el amor por el pueblo?.
Es evidente que un David Perales Segura, de El Mante, tiene nexos con el Revolucionario, lo mismo que Beatriz Reyes Nájera, ex regidora por esas siglas en el trienio de Pablo González León.
Para las elecciones del 2016, ella fue representante del Verde ante la Comisión Electoral de aquella municipalidad.
Deja un tufo terrible que Don Humberto Rangel Vallejo, todavía diputado local, haga presencia por Matamoros ¿Representando a la General de Gobierno?. Llegó al Congreso por el Verde, lo expulsaron por entreguista al PAN y ahora se dice independiente.
Otras candidaturas que huelen a podrido son las de la priísta Nayma Karina Balquiarena Pérez y Héctor David Ruiz Tamayo por el municipio de Victoria. Hasta el 3 de noviembre del 2015 ella era funcionaria de SEDESOL federal y, la voz de la calle, señala que ahora está al servicio de la segunda esquina del poder ¿De dónde pueden salir los recursos para recolectar firmas de apoyo? ¿Y la campaña?. No se le quita la imagen de vividora del presupuesto.
Y de Ruiz Tamayo ¿Qué jabón lo patrocina? ¿El PRI? ¿Algún funcionario federal priísta?.
¿A quién irle? ¿A quién creerle? Claudio Alberto Capetillo Gómez, de San Fernando, fue candidato por el Movimiento Ciudadano en el 2013. No pegó su chicle. Ahora pretende surgir de las bases civiles con su creencia de que, como futbolista, la gente lo “quiere mucho”.
No es mejor la presencia de Cruz Armando Ruvalcaba Flores, interesado por esta ocasión en el palacio municipal tampiqueño.
En 2015 la misma personita se inscribió para diputado federal independiente por el VIII distrito, pero fue descalificado por falta de apoyos. Corrió historia similar en el 2016 cuando no le alcanzaron las firmas necesarias para ser alcalde.
Puros cartuchos quemados que, en una modesta opinión, no levantarán el ánimo del electorado.
Ni para qué gastar tinta en aquellos que hoy son presidentes por la libre, Héctor de la Torre Valenzuela y José Luis Gallardo Flores, que quieren la reelección por Llera y Jaumave, cuando ya son unos apestados y el respetable lo que quiere es que abandonen las respectivas municipalidades.
Decíamos, fuera del panista de Burgos, aun con el historial panista que le acompaña, los demás están en la lona. De los inscritos ante el IETAM, apenas tres provienen auténticamente de la sociedad civil.
A diferencia del 2016, ya no fueron 60 los aspirantes, ni 43, solo 16. Faltará la calificación del órgano electoral, que reúnan las firmas suficientes para ser candidatos y, la prueba más difícil, ganar en las urnas.
Mientras tanto van arrastrando ese molesto e indescifrable tufillo.
Tiene mucha razón la ciudadanía cuando desconfía de los políticos.
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