Por Felipe Martínez Chávez
Güémez, Tamaulipas.- A la voz de Javier Grimaldo, los presentes voltean su mirada hacia el triste y deprimente edificio del ayuntamiento, solitario en los últimos 45 días.
“Me comprometo a dejar en el pasado esa triste historia de fraudes y saqueo en que se ha convertido el ejercicio del poder”, dice el candidato del PAN a la alcaldía, en su mensaje de cierre de campaña.
“Quiero devolver la confianza que veo en sus miradas”, les dice a los cientos de ciudadanos ahí reunidos, y ellos le responden con aplausos pero sin moverse de la calle Hidalgo.
Alguien dijo que no tienen permiso de “entrar” a la plaza, su plaza pública. No se los dio el municipio. Hay barreras para no pisar la plancha de concreto.
El edificio está solitario día y noche. Los funcionarios y personal se fueron a dirigir la campaña de Valeria Orozco, la esposa del alcalde Luis Lauro Reyes, ella por Movimiento Ciudadano y él afiliado a Morena.
Interpretando el sentir de las bases, Grimaldo resume el clamor que fue recogiendo en su campaña de mes y medio:
“Veo gente agraviada, he podido escuchar un grito desesperado que debe sacudir la conciencia de aquellos que han sido engañados”, y ese sentir, manifiesta, debe externarse a la hora de emitir el voto el domingo seis de junio.
Está acompañado de su esposa, sus hijos, su familia originaria del ejido El Carmen, donde nacieron también sus padres.
Sin mencionar nombres ni culpables, sigue interpretando el pensamiento de esa gente agraviada:
-Me han dicho que están hartos de tanta mentira, que ya perdieron la fe y la confianza en la política, que ya no quieren autoridades corruptas ni gente que se ha enriquecido por el poder y que han saqueado a las instituciones.
Los presentes entienden el mensaje y voltean al lado sur, la sede del poder municipal que un matrimonio quiere perpetuar para sí por los siguientes años.
El mismo Grimaldo dirige su mirada cuando dice:
-Vamos a convertir nuestro sueño en realidad desde este sagrado edificio que tengo aquí a un costado. Tendrá un cambio con rumbo y destino.
Evento de mucho calor humano pero sobre la marcha, improvisado. Ni estrado ni micrófonos porque el permiso no llegó. El candidato se trepa a un vehículo que transporta un generador de electricidad, y desde ahí dirige la palabra por medio de un altoparlante.
Arenga sobre un futuro mejor: “Este es el proyecto de todos, en él empeño mi palabra y mis principios, un porvenir y un sueño que empezará a partir del 6 de junio”.
Resume algunos proyectos de su gobierno, si el voto le favorece, en que destaca: Crear el Centro de Cómputo e Internet de acceso a tecnologías de la información.
El propósito es mejorar las comunicaciones en la cabecera y las principales comunidades de Güémez.
Dotará de tres ambulancias al municipio y a las unidades médicas de personal, dispensarios médicos, equipos de radiología, análisis y ultrasonido.
Sobre el abasto el agua, dijo que “el problema no es como lo pintan” y tiene solución dado que en el territorio de Güémez hay el recurso en forma abundante.
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