Por Agencias
Cruz Azul no pudo y de la mano de Maximiliano Araujo y Sebastián Saucedo sucumbió (3-1) ante el calor del infierno para quemar una de la última oportunidad de Raúl Gutiérrez en su banquillo.
A los cementeros poco les funcionó salir agresivos y con el control de balón desde el silbatazo inicial, al de nueva cuenta pecar de falta de contundencia frente al arco rival.
Oportunidades, esas se le presentaron a los celestes frente al arco de Tiago Volpi, pero esa desesperación que se percibía en la banca se trasladó al campo en el último toque.
Aun así, Cruz Azul logró ponerse al frente en el marcador, después de una jugada por velocidad que fue correctamente definida por Carlos Rotondi, que ante la salida del guardameta escarlata definió por encima al 27′.
La anotación cementera dio esperanza para sus fanáticos que alentaron con fuerza en las tribunas y callaron minutos después con la anotación del empate pingo.
El encargado de igualar el marcador y encender el infierno fue Maximiliano Araujo, que con un potente disparo y un rozón defensivo regresó a los Diablos Rojos al 31′.
Ya en la segunda parte, la localía pesó e Ignacio Ambriz mandó todo su arsenal ofensivo, teniendo resultados de inmediato que preocuparon al experimentado José de Jesús Corona.
Fue en uno de esos ataques que los Diablos Rojos volvieron a causar daño con una combinación en el área cementera, dejando en total libertad a Maximiliano Araujo que sin guardameta empujó el balón a las redes al 54′.
Con la ventaja en el marcador Toluca no dudó en seguir buscando ampliar el marcador, objetivo que se concretaría tras un disparo de Sebastián Saucedo al 87′.
La anotación escarlata además de sellar el resultado y permitir celebrar a su afición su 106 aniversario, hundió a Cruz Azul en el fondo de la clasificación general.
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