Por José Gregorio Aguilar
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Sin que exista un solo boletín oficial aludiendo al evento, sin aparente convocatoria pública y sin presencia de medios, el ayuntamiento de Victoria realizó este lunes 6 de octubre una silenciosa sesión solemne para conmemorar el 275 aniversario de la fundación. El evento, transmitido con fallas por Facebook, se desarrolló sin difusión institucional, sin actividades culturales, deportivas o artísticas, y con acceso restringido incluso para la prensa.
A diferencia de administraciones anteriores, que organizaban semanas completas de festejos, y las anunciaban públicamente, el gobierno de Eduardo Gattás optó por una ceremonia sorda y silenciosa, sin cartel ni mensaje público. La ausencia de difusión ha sido interpretada como una estrategia para evitar manifestaciones ciudadanas ante un gobierno señalado por opacidad, abandono de colonias y falta de resultados.
La regidora Adriana Bejar Flores, integrante de Morena y crítica del actual gobierno, denunció que fue excluida del programa oficial, a pesar de haber solicitado intervenir con un posicionamiento relacionado con el informe de de Eduardo Gattás. El secretario del Ayuntamiento incluyó su acta, pero no se le permitió el uso de la voz porque el alcalde la interrumpió en forma abrupta:
“Secretario, continúe con la sesión”, ordenó Gattás, ignorando el reclamo de la regidora.
Durante la sesión se entregaron reconocimientos a mujeres empresarias, acto que pudo haberse realizado en otro contexto sin opacar el sentido histórico de la conmemoración. También se rindió homenaje póstumo al exalcalde Óscar Almaraz Smer, quien gobernó Victoria por el PRI y luego por el PAN. Aunque el gesto fue presentado como institucional, algunos asistentes lo interpretaron como un intento de Gattás por congraciarse con la ciudadanía ante la evidente pobreza del evento.
El único ex alcalde presente fue Tito Reséndez Treviño, padre del actual secretario del ayuntamiento, Hugo Reséndez Silva.
En la orden del día no se informó qué autoridades asistieron, y las cámaras evitaron enfocar el área de invitados, lo que refuerza la percepción de un evento cerrado, controlado o bien, desorganizado, deslucido y realizado solo para cumplir con la fecha.
El cronista Francisco Ramos Aguirre cerró la sesión con una reseña sobre la fundación de la entonces Villa de Aguayo, hoy ciudad Victoria. Pero el acto, que debería haber convocado a la ciudadanía, se realizó sin público, sin prensa y sin memoria viva.
En el aniversario 275 de la fundación de ciudad Victoria, el ayuntamiento optó por el silencio. Lo que debería ser una celebración histórica se convirtió en un trámite político, excluyendo al pueblo de su propia historia.
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