Azahel Jaramillo H.
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Esta semana el periodista Víctor Contreras Piña, afectuosamente llamado «El Coyote», causó, entre quienes lo conocimos primero preocupación por su estado critico de salud internado en un hospital del sur del estado, y ya luego consternación por su fallecimiento. A muchos nos sorprendió su hospitalización dado que no le conocíamos quebrantos de salud.
Para decirlo con palabras de él mismo, la suya fue una vida de gozadera, de sonrisa, risa y carcajada; de plática amena y divertida. Vaya, es que «El Coyote» hasta cuando estaba molesto, enojado, por una situación, externaba sonrisas y hasta carcajadas.
En alguna ocasión, en los años 90tas, enterado yo que había salido corriendo de una fiesta vespertina en palapa de funcionario de la UAT, ahí por el rumbo de la entonces supertienda Astra Fovissste, al encontrármelo al tercer día, le pregunté del incidente, y me dijo: «Sí caray, esos universitarios no aguantaron una bromita que les hice, por eso me retiré hecho la madre corriendo por las calles. Me escape de atropellarlos (literal) con una troca en que ellos me perseguían». En su comentario, entendí que esos porros eran intocables. Y todo lo volteaban a su favor.
En algún tiempo reciente fui varias veces con Víctor Contreras y con Raúl Mares, compositor y cantante, (también ya fallecido en marzo pasado) a almorzar rico café y gorditas a un restaurancito ubicado cerca del monumento del «Mono», como mejor se conoce a la estatua de único victorense que ha llegado a ser Presidente de México: Abogado Emilio Portes Gil.
Bien amena, sabrosa, como la comida de ahí, la charla con Víctor y con Raúl Mares.
«SOY LESBIANO, SOY LESBIANO», GRITO VICTOR Y SE ARRODILLO
Víctor en su adolescencia fue seminarista pero entiendo que no alcanzó a ordenarse de sacerdote, muy seguro porque no se visualizó en la sagrada práctica de castidad, de total abstinencia con féminas.
En este tema -mujeres- les diré que el Lic. Contreras era sumamente divertido y teatral. En una tarde -creo que todavía no se matrimoniaba- estábamos en un restaurancito del rumbo de la SAHOP, dando cuenta de rico platillo y ricas frías cervezas, cuando en una de esas ingresa al lugar, sola ella, una bonita veinteañera.
El Lic. Contreras la ve. En corto se pone de pie, se arrodilla y levanta sus dos brazos al techo, exclamando a gritos: «¡Soy lesbiano, soy lesbiano!… ¡hermosura de mujer!».
Yo, sorprendido, no alcancé a ver el gesto de reacción de la veinteañera, que aceleró sus pasos hasta el fondo del restaurante.
LOS BORRACHOS Y LOS CANTINEROS: PERIODISTAS Y FUNCIONARIOS
En el inició de los años 80tas, Víctor Contreras fue por varios años coordinador de la entonces recién creada Licenciatura en Relaciones Públicas en la Facultad de Derecho UAT Victoria. Y, luego, al llegar, el Ing. Humberto Filizola Haces al cargo de rector, lo designa director de Relaciones Públicas de la Universidad. En la foto oficial que se hizo tomar el nuevo rector, apareció con unos 16, 17 integrantes de su administración, entre ellos Víctor.
Como entonces Víctor manejaba mucho, en sus charlas, la versión de que en esta vida los periodistas son borrachos y los funcionarios son cantineros, pues yo en mi entonces columna dominical «Diálogo» en El Diario de Victoria lo felicité, indicando que había dejado ya de ser borracho, y ahora era cantinero. Publicada la felicitación, el director del periódico, Lic. Juan Guerrero Villarreal se molestó harto conmigo…que eso no debía ser… que estaba yo mal. El Lic. Juan en su trayectoria fue incluso gobernador interino de Tamaulipas.
Víctor tenía un nexo familiar con él a través su esposa, Doña Matilde Zorrilla de Guerrero. Y es que el amigo Víctor estaba matrimoniado con Gabriela Saiz.
El Lic. Víctor fue un hombre de carácter. Un buen día, en amena charla con prestigiado periodista victorense, de improviso yo le empecé a hacer una referencia sobre Víctor. Enojado, me interrumpió: «¡No me lo mencione para nada, por favor!» Ahora que ha fallecido Víctor este periodista escribió en sus redes sociales una cordial, emotiva, despedida. Por fortuna reanudaron hace años su amistad. Víctor Merced Contreras Piña, «El Coyote». En paz descanse. (NOS VEMOS).







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