Por José Gregorio Aguilar
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- La Asociación Estatal de Maestros y Padres de Familia lamentó que la insubordinación de alumnos y en muchos casos la complacencia de sus padres, e incluso de los organismos de Derechos Humanos, limite cada vez más el papel del maestro como sinónimo de principios, valores y ética.
Miguel Ángel Tovar Tapia, presidente de dicho organismo, afirmó que actualmente hay maestros que sufren acoso por parte sus alumnos y debido a la indefensión en que se encuentran prefiere callar y no denunciar ante los organismos de Derechos Humanos las agresiones de que son objeto para evitar posibles repercusiones o que su profesionalismo quede en entredicho ante la sociedad.
Aseguró que en lo personal conoce varios casos de profesores que han sufrido algún tipo de violencia en las aulas, pero sienten que si hacen pública su situación su papel como docente vocacional quedaría en duda ante la sociedad.
“En lo personal sí conocemos situaciones, pero el maestro por ser ejemplo de valores, de principios y de ética omite llevar una queja ante una instancia porque su papel quedaría entredicho, pero también está en entredicho el papel de los padres de familia”, señaló.
Tovar Tapia añadió que es común que frente a este tipo de situaciones el docente quede en un estado de indefensión y su labor queda sujeta al escrutinio o al escarnio de la sociedad, precisamente por ser modelo y ejemplo a seguir, además de que, como toda persona, un maestro tiene su vida privada y no está exento de la problemática que afecta a la población.
El representante de la Asociación de Maestros y Padres de Familia cuestionó la interpretación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que fortalece generalmente el dicho de un menor o de sus papás y deja en estado de indefensión la labor del maestro, sujetándolo al escrutinio o al escarnio de la sociedad.
“El maestro debe ser modelo y ejemplo a seguir pero siempre es al que se castiga”.
Reiteró que el papel del maestro está muy limitado y que las instancias de Derechos Humanos siempre favorecen a los alumnos rebeldes, cuyos papás se molestan cuando se aplica la disciplina en la escuela.
“Los padres debemos endurecer más nuestras acciones ante el comportamiento de los hijos, porque estamos limitados en este aspecto ya que inmediatamente somos objeto de una denuncia ante Derechos Humanos. Debe haber disciplina y firmeza pero hoy en día cuando se llama la atención a los alumnos los padres se molestan”, enfatizó Tovar Tapia.
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