Por Agencias
Nashville.- El América fue del cielo al infierno en menos de cinco minutos. Ante una lluvia de estrellas nocturnas y fuegos artificiales en Nashville, las Águilas pensaron por un momento que la serie ante el equipo de casa estaba ya definida. La falla del defensor Jack Maher, en el último cobro de una tanda de 12 penales, fue un alivio para aficionados y jugadores que se abrazaban de manera conjunta por el pase a los cuartos de final. Ninguno contaba con que el árbitro Selvin Brown era requerido al mismo tiempo por sus asistentes en el VAR, quienes detectaron un movimiento anticipado del portero Luis Ángel Malagón antes de salvar el arco americanista.
El festejo multitudinario pasó entonces a la confusión de ver movimientos extraños sobre el terreno de juego. En la señal de Apple TV, el partido se dio por terminado con victoria por 5-4 (empataron 2-2 en tiempo regular) del equipo de André Jardine sin ninguna cámara que diera seguimiento a la resolución arbitral. De ahí que cientos de usuarios en redes sociales, además de los testigos presenciales en las gradas, terminaran envueltos en un halo de incertidumbre al ver repetir el penal de Maher.
El jugador no sólo acertó, sino que además obligó que la tanda se extendiera a los 14 cobros, provocando el error de Jonathan Dos Santos y con ello la eliminación de las Águilas por 6-5 en un partido que quedará en la historia de la Leagues Cup. Durante los 90 minutos, el espectáculo fue igual de tenso y parejo entre los dos equipos. Walker Zimmerman abrió los cartones por Nashville (61) mientras Diego Valdés (78) y Julián Quiñones (90+4, de penal) remontaron para poner adelante a los de Coapa.
En el tiempo agregado, producto de un error defensivo de Néstor Araujo, Sam Surridge (90+9) puso cifras definitivas y también un condimento dramático para definir su destino desde los once pasos. Allí, además del fallo de Dos Santos tras la reanudación de la serie, Miguel Layún había desperdiciado su tiro en el segundo intento. De esta manera, el primer fracaso del brasileño Jardine al frente del América fue inevitable.
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